martes, 5 de febrero de 2008

Del blog Las crónicas del buey herido


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Ha caído en mi poder una traducción de uno de los primeros tratados gastronómicos que se conservan: Apicii de re coquinimperialaria libri decem o “Los diez libros de cocina de Apicio”. Es un tratado de recetas de la Roma .

El bueno de Marco Gavio Apicio era un figura que se merecería un blog para él solito, pero no me detendré en su vida sino en una de sus recetas. En su libro séptimo dedicado a las Exquisiteces nos propone, entre otras, la siguiente:

VULVAS DE CERDA VIEJA Y JOVEN

Nos da los consejos que aquí detallo:

  1. Vulvas de cerda vieja y joven. Llévalas a la mesa con laserpicio cirenaico o pártico ligado con vinagre y garum.
  2. Para la vulva de cerda vieja y joven. Pimienta, semillas de apio, menta seca, raíz de laserpicio, miel, vinagre y garum.
  3. Para hacer una vulva tostada. La enharinas con salvado y la pones con garum y la cueces así.

(Hay también a continuación un par de recetas sobre mamas de cerda, pero creo que es suficiente).

Y es que, quién más y quién menos ha tenido alguna vez que enfrentarse a algo así. El que no se haya comido alguna vez una vulva de cerda (vieja o joven) que tire la primera piedra.

Y es que una mala tarde la tiene cualquiera.

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