lunes, 31 de marzo de 2008

¿CANÓN EN BIBLIOTECA? ¡Y UNA MIERDA!

Andan por acá, por España, y por el resto de la Unión Europea detrás del invento de transformar todas las bibliotecas en servicios de pago. En concreto se piensa en cobrar por cada vez que se presta un libro, que la biblioteca tenga que pagar un canon de 0.20 euros.
0.20 en 0.20 se sacaría un montón de dinero que se le entregaría a la Asociación de Autores para así resarcirse de las supuestas pérdidas por lo libros que se leen prestados y se dejan de vender.
¿Intelectuales? ¿seguro? ¡¡¡atajo de estupidos!!!
¡¡¡Así que las bibliotecas a lo largo de la historia no han hecho más que arruinar la producción cultural!!! ¡¡tendremos que aguantar mucho más a esta panda de estúpidos intelectualoides!!

Transcribo un artículo de José Luis Sampedro, que me llegó por email. Me parece lucidisimo:


POR EL PLACER DE LA LECTURA


La SGAE (Sociedad General de Autores) ataca de nuevo.


Escrito y firmado por José Luís Sampedro, escritor, filósofo y buena gente.


POR LA LECTURA

Cuando yo era un muchacho, en la España de 1931, vivía en Aranjuez un Maestro Nacional llamado D. Justo G. Escudero Lezamit. A punto de jubilarse, acudía a la escuela incluso los sábados por la mañana aunque no tenía clases porque allí, en un despachito que le habían cedido, atendía su biblioteca circulante. Era suya porque la había creado él solo, con libros donados por amigos, instituciones y padres de alumnos. Sus 'clientes' éramos jóvenes y adultos, hombres y mujeres a quienes sólo cobraba cincuenta céntimos al mes por prestar a cada cual un libro a la semana. Allí descubrí a Dickens y a Baroja, leí a Salgari y a Karl May.

Muchos años después hice una visita a un bibliotequita de un pueblo madrileño. No parecía haber sido muy frecuentada, pero se había hecho cargo recientemente una joven titulada quien había ideado crear un rincón exclusivo para los niños con un trozo de moqueta para sentarlos. Al principio las madres acogieron la idea con simpatía porque les servía de guardería. Tras recoger a sus hijos en el colegio los dejaban allí un rato mientras terminaban de hacer sus compras, pero cuando regresaban a por ellos, no era raro que los niños, intrigados por el final, pidieran quedarse un ratito más hasta terminar el cuento que estaban leyendo. Durante la espera, las madres curioseaban, cogían algún libro, lo hojeaban y a veces también ellas quedaban prendadas. Tiempo después me enteré de que la experiencia había dado sus frutos: algunas lectoras eran mujeres que nunca habían leído antes de que una simple moqueta en manos de una joven bibliotecaria les descubriera otros mundos. Y aún más años después descubrí otro prodigio en un gran hospital de Valencia. La biblioteca de atención al paciente, con la que mitigan las largas esperas y angustias tanto de familiares como de los propios enfermos, fue creada por iniciativa y voluntarismo de una empleada. Con un carrito del supermercado cargado de libros donados, paseándose por las distintas plantas, con largas peregrinaciones y luchas con la administración intentando convencer a burócratas y médicos no siempre abiertos a otras consideraciones, de que el conocimiento y el placer que proporciona la lectura puede contribuir a la curación, al cabo de los años ha logrado dotar al hospital y sus usuarios de una biblioteca con un servicio de préstamos y unas actividades que le han valido, además del prestigio y admiración de cuantos hemos pasado por ahí, un premio del gremio de libreros en reconocimiento a su labor en favor del libro.

Evoco ahora estos tres de entre los muchos ejemplos de tesón bibliotecario, al enterarme de que resurge la amenaza del préstamo de pago. Se pretende obligar a las bibliotecas a pagar 20 céntimos por cada libro prestado en concepto de canon para resarcir -eso dicen- a los autores del desgaste del préstamo. Me quedo confuso y no entiendo nada. En la vida corriente el que paga una suma es porque:

a) obtiene algo a cambio.

b) es objeto de una sanción.

Y yo me pregunto: ¿qué obtiene una biblioteca pública, una vez pagada la adquisición del libro para prestarlo? ¿O es que debe ser multada por cumplir con su misión, que es precisamente ésa, la de prestar libros y fomentar la lectura?

Por otro lado, ¿qué se les desgasta a los autores en la operación?.¿Acaso dejaron de cobrar por el libro?. ¿Se les leerá menos por ser lecturas prestadas?. ¿Venderán menos o les servirá de publicidad el préstamo como cuando una fábrica regala muestras de sus productos? Pero, sobre todo: ¿Se quiere fomentar la lectura? ¿Europa prefiere autores más ricos pero menos leídos? No entiendo a esa Europa mercantil. Personalmente prefiero que me lean y soy yo quien se siente deudor con la labor bibliotecaria en la difusión de mi obra.
Sépanlo quienes, sin preguntarme, pretenden defender mis intereses de autor cargándose a las bibliotecas. He firmado en contra de esa medida en diferentes ocasiones y me uno nuevamente a la campaña. ¡NO AL PRÉSTAMO DE PAGO EN BIBLIOTECAS!

José Luis Sampedro

Si estas de acuerdo, pásalo. Por el placer de la lectura.



Sinceramente vuestra. SELENIA

3 comentarios:

miguel angel dijo...

bueno ahi va el primer comentario, en guadalajara ya hace años que se pasaron firmas contra esto del canon por pillar libros de las bibliotecas, discos, etc, (eso es cosa de ramoncin, que no ha vendido un disco en su vida,y compañia), pero ademas escribo el comentario porque el ilustre escritor Jose Luis Sampedro esta muy apegado a esta provincia, de hecho uno de sus libros mas conocidos "El rio que nos lleva" se desarrolla todo en el Alto Tajo, una de las maravillas de esta provincia, y se hizo una pelicula sobre el, incluso en la capital al lado de mi casa hay un instituto que lleva su nombre.
Lo dicho, a quien se le ocurre cobrar por el prestamo de libros y otras cosas en bibliotecas publicas, vamos, esto seria ya el paso a que nos cobraran por salir a la calle y respirar el aire, dependiendo de la capacidad pulmonar asi se pagaria, por no decir, iros a tomar por.................. con tanta gaita de cobro por todo, luego se extrañan de que la gente use la red para ciertas cosas
un saludo gente

HELIO Y SELENIA dijo...

¡Si señor!, Miguel. 100% de acuerdo contigo.
Acá, en Salamanca, la recogida de firmas también es antigua, aunque siguen con ello.
Sampedro es un crack. Del río que nos lleva no he leído el libro, si la película, la historia de los últimos percheros: preciosa. Si he leído, como no, La sonrisa etrusca (inolvidable), la vieja sirena (maravillosa, aunque a mi gusto le sobran páginas), el mercado y yo, con el que metí por primera vez el hocico en la economía y los mongoles en bagdad (todo un grito contra la guerra de irak)... pero sobre todo me encanta oír su voz sabia y comprometida cuando da alguna entrevista.

Sobre los robos de ls SGA y sus apoyos políticos... que decir de nuevo, ya se ha dicho todo. A mí personalmente, desde que pusieron el canon, me incentivaron a piratear; antes de ello me inhibía muchísimo por los derechos de los autores, pero ahora que le den.

Y sobre las bibliotecas, sobre los libros... yo qué sé, aunque sé que no es así, lo siento distinto a la música y los programas y otras historias. Me parecen que antes que negocio son cultura y el acceso a ella es un derecho anterior al de la propiedad intelectual.

Vamos que no me imagino yo la biblioteca de Alejandría pagando canon.

SELENIA

Anónimo dijo...

Caramba, caramba y ustedes si que se dan duro en los comentarios, está bien, disfruten....HELIO el SOL