martes, 18 de marzo de 2008
FELICIDADES A LOS JOSES
Hace un tiempo que lei el libro "Ser como el río que fluye" de Paulo Coelho y me guardé el siguiente texto dedicado a San José, pensando en transcribirlo en el día 19 de marzo acá en el blog... para que luego digan que suelto cualquier cosa sin preparármela.. jeje
EL HOMBRE QUE SEGUÍA SUS SUEÑOS
Yo nací en la Casa de Salud Sáo José, en Río de Janeiro. Como fue un parto bastante complicado, mi madre me consagró al santo y le pidió que me ayudara a vivir. José pasó a ser una referencia para mi vida y desde 1987, ano siguiente a mi peregrinación a Santiago de Compostela, doy una fiesta en su homenaje, el 19 de marzo. Invito a amigos y personas trabajadoras y honradas y antes de la comida rezamos por todos aquells que procuran mantener la dignidad en lo que hacen. Oramos también por los que se encuentran desempleados, sin perspectiva alguna para el futuro.
En la pequeña introducción que hago antes de la plegaria, acostumbro a recordar que, de las cinco veces que la palabra "sueño" aparece en el Nuevo Testamento, cuatro se refieren a José, el carpintero. En todos esos casos, siempre hay un ángel convenciéndolo para que haga exactamente lo contrario de lo que estaba planeando.
El ángel le pide que no abandone a us mujer, aunque esté encinta. Él podía decir cosas como "¿Qué pensarán los vecinos?", pero vuelve a casa y cree en la palabra revelada.
El ángel lo envía a Egipto y su respuesta podría haber sido "Pero yo ya estoy aquí establecido como carpintero, tengo mi clientela, no puedo dejar todo de lado ahora". En cambio, recoge sus cosas y parte hacia lo desconocido.
El ángel pide que vuelva de Egipto y José podría haber pensado de nuevo: "¿Precisamente ahora que he conseguido estabilizar de nuevo mi vida y tengo una familia a la que mantener?".
Al contrario de lo que ordena el sentido común, José sigue sus sueños. Sabe que tiene un destino que cumplir, que es el destino de casi todos los hombres en ese planeta: proteger y mantener a su familia. Como millones de Josés anónimos, procura cumplir con su tarea, aun teniendo que hacer cosas que distan mucho de su comprensión.
M´s adelante, tanto su mujer como uno de sus hijos se transforman en las grandes referencias del cristianismo. El tercer pilar de la familia, el obrero, sólo es recordado en los pesebre de final de año o por parte de quienes tienen una devoción por él, como en mi caso o en el de Leonardo Boff, para quien escribí el prefacio de su libro sobre el carpintero.
(...) Para mí, todo hombre puede transforma en sagrada la tarea que le asigna la vida y Jesús aprendió, mientras José, el hombre justo, le enseñaba a hacer mesas, sillas, camas.
Me gusta imaginar que la mesa en la que Cristo consagró el pan y el vino habría sido hecha por José... porque allí estaba la mano de un carpintero anónimo, que se ganaba la vida con el sudor de su frente y, precisamente por eso, permitía que se manifestaran los milagros.
Felicidades a los pepitos y joses, a los hombres buenos, a los hombres justos, a los currantes, a los anónimos que hacen historia, a los buenos padres, a los buenos esposos y a los cornudos consentidos... A los hombres malos, que os zurzan.
Ahhh, y aunque no es José, cumple los años el mismo 19.... FELICIDADES XINY guapa!!!
Sinceramente vuestra. SELENIA
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