En la entrada anterior ya recordabamos la prohibición del gobierno chino a escupir por las calles.
También, y entre otras, ¡¡¡¡HAN PROHIBIDO BESARSE!!!!
Lógico, normal, el resto del mundo nos horroriza ver a los chinos besarse.. y está en juego la imagen del país durante las olimpiadas.... que horror ver unos chinos besarse... lo que sin embargo nos encanta ver, es como machacan a la gente del Tibet y gozamos mucho viendo las ejecuciones a diestro y siniestro, y viendo apoltronados a los dictadores... eso si que es un buen plato de gusto y no esa guarrería de parejas besuqueándose.... ¡ay que joderse!...
Bueno, aprovechando, saco acá, a la palestra 5 historias de la "Historia del beso" (libro de Luis de Madariaga).
PRIMERA. El beso que conocemos, el beso con los labios, parece ser que es un invento occidental.
El beso más extendido entre el resto de culturas es el beso olfatorio (predomina en Asia, en África, Polinesia y otras partes del mundo (o predominaba).
Una forma típica sería: la nariz se junta a la mejilla de la persona "besada", se inhala largamente mientras se cierran los párpados y se "chasca" un beso con los labios sin llegar a tocar con la boca la mejilla.
Los chinos han conservado este tipo de beso hasta hace poco y consideraban el beso "europeo" como vulgar y con ciertos aspectos de canibalismo.
SEGUNDA. Hace unos años el Tribunal de Wembley (Minesota) condenó al boxeador Julius Hembley a pagar 30 dólares de multa por besar a una muchacha.
Claro está que el juez al explicó la sentencia diciendo que no tenía nada contra los besos, pero que para la próxima vez, mejor, que detuviera el automóvil y así evitar peligros.
TERCERA. En Ilkeston (Gran Bretaña) unos besos de unos compañeros provocaron una huelga de fábrica de punto. Lograron con ello que se le retirara el castigo de diez días de suspensión de empleo y sueldo. Se habian besado bajo el muérdago.
CUARTA. Hace algunos años se creó en Nueva York la Siedad de Represión contra el beso. Medicos, biólogos y botánicos mostraban así su preocupación por la transmisión de enfermedades como la piorrea alveolar.
Y QUINTA. Ya dijimos en la primera historia que el beso es un invento occidental. Unas fotografías mostradas por David Livingstone (1813-1873), misionero inglés, a una tribu del Alto Congo provocó tales risotadas y carcajadas por parte de los nativos, que hubo que prestar asistencia a varios de estos atacados de espasmos histéricos.
Sinceramente vuestra. SELENIA.
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