lunes, 15 de septiembre de 2008

CUENTO A LA LUZ DE LA LUNA LLENA

Pssss, venga acercaros y silencio, que os voy a leer un cuento... un pelo largo, pero bien bonito. Un cuento de perdones, abro por el cuento que se titula Los niños estrella, del librito Diez cuentos del mundo que ayudan a educar(NOS). Este en concreto es de nueva guinea. Y dice así:

Aquella noche los hombres y las mujeres del pueblo estaban contentos. Era noche de fiesta. Habian realizado presurosamente todas sus tareas y habían acostado a sus hijos e hijas temprano, advirtiéndoles que no debían levantarse. Unos y otras esperaban con ansiedad el momento de la fiesta, momento de relajarse y olvidar las preocuapciones de cada día, la recolección, la pesca, la construcción de enseres y recipientes, el arreglo de las viviendas.

Aquella noche era para los adultos un momento en el que podían olvidarse del lado triste de la vida, incluso perder la conciencia entre risas, baile, comida y bebida.

Para acudir a la fiesta, las madres y padres dejaban sus casas bien cerradas asegurándose que sus hijos durmieran tranquilos y no pudiera entrar ningún animal.

Sucedió que una de las niñas de la aldea, depertó en medio de su sueño. La niña llamó a su madre, pero no la respondía y desde lejos escuchó la música y las voces de la celebración. La niña salió sin despertar a los otros niños y guiada por la luz de la luna se acercó a la fiesta. Los conocidos la pasaban a su lado pero no la veían y por fin vio a su madre que estaba riendo a carcajadas.

La niña corrió, como siempre que tenía miedo, a refugiarse en sus brazos, pero la madre al sentir a la niña se puso en pie y furiosa le gritó:
- Qué haces levantada!! y la mano de la madre golpeo la mejila de la su hija.

La mujer enojada llevó a la niña de la mano y la devolvió a la casa y con un susurro enérgico la mando dormir. La niña en cuanto quedó sola rompió a llorar de modo que despertó a sus hermanos, los cuales decidieron ir a buscar a sus padres. La niña los detuvo contándoles lo que había pasado.

Perplejos y asustados, para buscar tranquilidad abrieron un poco la puerta permitiendo que la luz de la luna llena entrara en la casa... sin saber ni cómo ni por qué sintieron que la luna los llamaba, como si ella quisiera consolarlos.

Descalzos los niños salieron de su casa y comenzaron a danzar al ritmo de una música que no sonaba pero los adormecía. Así fueron pasando por todas las casas de los poblados. En cada casa se unian los niños que dormían dentro. Tomados de la mano formaron una hilera y sin darse cuenta comenzaron a ascender por los rayos de la luna hasta llegar al cielo.

Ya en el cielo se soltaron de la mano y cada uno se reunión con sus amigos o se quedó a solas, según su carácter.

Mientras en el pueblo acabó la fiesta y los adultos volvieron a sus casas. Pronto se oyeron los gritos desesperados en cada casa al comprobar la ausencia de sus hijos. Salieron y poco a poco, según recuperaban la calma fueron siguiendo la huella dejada por los niños y comprobaron como en cierto punto desaparecían.

Una mujer alzó la vista y pudo ver a los niños, como puntos luminosos y lejanos alrededor de la luna.

Allí estaban sus hijos contemplándolos y los hombres y mujeres comprendieron que se habían equivocado y arrepentidos prometieron mirando al cielo que "nunca más volveremos a tratar mal a los niños, ni con obras, ni con palabras. Los niños serán siempre las estrellas que iluminan nuestras vidas"
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado y quien no levante el culo, se le ha pegado. Venga, un beso y dormir Sinceramente vuestra, SELENIA.

2 comentarios:

Júpiter dijo...

guapa! greacias por el co,emt! y por leer mis dos blogs! linda! ultra desaparecida tu!! si vivieramos en el mismo continente te voy a buscar a tu casa para que comentes jajaja cuidate, muy linda tu entrada, besos

Sel...

HELIO Y SELENIA dijo...

Dios mío que buena gente son las selenias!! jeje
Gracias!!
SELENIA