sábado, 21 de junio de 2008

SOLSTICIO DE VERANO (II): RECUERDOS DE SAN JUAN

Personalmente las hogueras... mis mejores recuerdos de infancia. La gran fiesta de la pandilla (junto al lunes de aguas, que ya indique en este blog).

Desde que el 1º de junio no teníamos clases por las tardes, los amigos de la banda del barrio nos íbamos por casas, tiendas, muladares a recoger tablas y trastos viejos.
Nos dejaba el carro de la carpintería el señor Rodolfo, que en paz descanse.
Guardabamos las maderas en un rincón del callejón donde jugabamos, Villasarten le llamabamos al rincón.
Trabajamos como bestias para recoger madera. Mis padres decían que éramos unos paleros. Estabamos orgullosos de nuestra hoguera, la más limpia de todas, no como las de las pandas vecinas que echaban mucha rueda, fácil de conseguir, pero que echaba humo muy negro... la nuestra sólo madera, la más limpia.

Y a defender la madera durante todo el día habia que hacer guardia.
Si la cosa se ponía fea incluso hacíamos turnos para ir a comer y los chicos mayores del barrio se quedaban a veces a dormir en la calle para cuidar la madera... no era broma, entre pandas nos robabamos unos a otros la madera... y si nos calentábamos palizas, guerras a pedradas (más de una pitera tenemos todos y todas de ello) y si se podía.. cerilla y a quemarle las maderas al contrario.

El día 23 a primerísima hora llegaba el gran rito.
La hoguera se hacía en la plazoleta que quedaba frente a la estación, en un trozo sin asfaltar.

En los últimos años los guardas se ponían farrucos una y otra vez porque no nos dejaban hacer ahí la hoguera... ¡y una mierda!! siempre nos saliamos con la nuestra y si se ponía feo bajaban hasta los padres... y todo porque debajo de esa zona habían instalado un pequeño oleoducto desde los cercanos depositos de gasoil de la campsa hasta la estación de ferrocarril... ¡vamos hombre! y por esa tontería nos ibamos a quedar sin hoguera.. que se lo hubieran pensado antes y hubieran puesto el oleoducto por otro lado..... las hogueras estaban primero.

Por la mañanita a hacer el agujero lo más profundo posible.
Clavar el poste: el palo más alto, gordo y recto que encontráramos.
Ir trasladando y cargando la madera alrededor.
Y por último subir hasta lo más alto del poste y colgar un muñeco... cada año nos lo pasabamos genial haciendo el muñeco. Un año lo hicimos haciéndose una paja y con un letrero colgado que ponía El Gaitero (de una caja de botellas de sidra): cachondeo generalizado de pequeños, padres y visitantes.

Hacia las 11 de la noche bajaba todo, todo, todo el barrio alrededor de la hoguera.
Y siempre la misma riña... venga encendedla....... no este año hasta las 12 no se enciende, venga chavales que luego es muy tarde... que no... que si...
Nunca se llegaba hasta las 12, no había quien aguantara... y el jefe de la banda tenía el honor de prenderle fuego.

En segundos eso echaba a arder hasta alturas bien importante... a retirarse, no hay quien aguante el calor... arder, arder... hasta que comienza a quemarse el muñeco... otro momento importante... arder, arder... y ya se va consumiendo... a tirar el poste... tirando piedras, con otros postes, con cadenas... hasta que troncha y por fin cae.... y el culmen... los chicos más mayores a saltar la hoguera, una y otra vez y supuestamente a pedir deseos, pero yo creo que siempre se nos olvidaba pedir los deseos.

Hasta no hace tanto guardábamos en casa los restos de la ropa quemada de mi hermano que al saltar chocó contra otro y se cayo a la hoguera.... no quedó en nada grave... salio ardiendo pero nada más.

Después llegó la "civilización" rehicieron la estación, asfaltaron todo, nos hicimos mayores y no volvió a hacerse hogueras en el barrio.

En Salamanca se hacen muy pocas y muy al extrarradio, mis hijos no han recogido nunca madera para ello... Lástima.

Ehhhhhhh esto vale también de cuento a la luz de la luna!!, no me digáis que no. Que el 18 fue, encima luna llena.... días gloriosos de Helio y Selenia estamos pasando.

Sinceramente vuestra. SELENIA

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